viernes, 27 de junio de 2008

BOLA FRANCA (Mi columna dominical de béisbol)


El Rey Félix. Fue en 2003 cuando el U.S.S Mariner, un webblog dedicado exclusivamente al equipo del estado de Washington, le nombrara por primera vez a Félix Abraham Hernández como King Felix. Ya era el as del sistema de granjas de los Marineros y estaba aniquilando las ligas menores. Derek Zumsteg, David Cameron y Jason Michael Barker, editores de esa publicación electrónica, no se equivocaron. El chamo de Valencia vislumbró entonces y lo sigue haciendo ahora, a los 22 años, aún cuando su proceso de aprendizaje sigue en proceso. El pasado 17 de Junio, en Safeco Field, Félix salió airoso ante los Marlins, lanzó 7.1 entradas, permitió 6 imparables, 3 carreras limpias y ponchó a 9. Pero para variar sacó a relucir una de chico prodigio, entró en un selecto grupo de sólo 13 lanzadores de la Liga Americana, que en más de cien años de béisbol han logrado ponchar a 3 bateadores con 9 lanzamientos.
Les explico. Se para un bateador, ve pasar el primer picheo en strike, se sacude y dice “ya lo vi” segundo strike, hace swing y falla “muy ansioso, lo agarro en el siguiente” strike tres, camina decepcionado a la cueva mientras murmura “ese picheo estaba adentro”. La belleza de un inning con tres de esas situaciones, 9 lanzamientos, un episodio perfecto, no tiene precio. Félix lo hizo y se unió a un selecto club de 12 pitchers de la Liga Americana: Rube Waddell (1902), Sloppy Thurston (1923), Lefty Grove (lo hizo dos veces en 1928), Billy Hoeft (1953), Jim Bunning (1959), Al Downing (1967), Nolan Ryan (1972) quien también lo hizo en la Nacional, Ron Guidry (1984), Jeff Montgomery (1990), Pedro Martínez (2002), y Rich Harden (2008).
Casi bizarro es el evento, y sólo 39 veces se ha dado entre las dos ligas, Félix es el primer venezolano en hacerlo. Únicamente 3 lanzadores lo han logrado por más de una ocasión: Lefty Grove, Nolan Ryan y Sandy Koufax. Es prematuro, pero quizás esos destellos sean propios de las estrellas como el trío que acabo de mencionar. Esperemos que así sea.
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"(Nolan) Ryan es el único sujeto que pone miedo en mi. No porque pueda sacarte, sino porque puede matarte" Reggie Jackson, Salón de la Fama clase 1993.
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Hablando de Ryan. Y es que Lynn Nolan Ryan, el de Refugio, Texas, y mejor conocido como -The Ryan Express- quien debutara en 1966 a los 19 años, lanzó su primer inning de 9 pitcheos a los 21 años, en el tercer episodio, un 19 de abril de 1968, día en el que tiró 7.1 entradas, ponchó a 11, permitió 6 hits y 2 carreras limpias con 4 boletos, los Mets salieron derrotados por los Dodgers 3 a 2.
Después, en el 72, un 9 de julio, si pudo ganar y sólo permitió un hit, repitió la hazaña, pero ahora en el segundo episodio. Ese fue su día, blanqueó en ruta completa, guillotinó nada menos que a 16, y por culpa de un imparable de Carl Yastrzemski, hoy no es líder de por vida de no-hitters con 8, sino con 7.
Ryan, quien en 1979 se convirtió en el primer pelotero en ganar 1 millón de dólares, el mismo que llegó a lanzar más de 100 millas por hora a los cuarenta años de edad, el líder de por vida en ponches con 5,714, y 8 veces todos estrellas, esa tarde de julio en Anaheim Stadium enfrentó en orden a los Medias Rojas de: Tommy Harper (cf), Doug Griffin (2b), Carl Yastrzemski (lf), Reggie Smith (rf), Rico Petrocelli (3b), Carlton Fisk (c), Bob Burda (1b), Juan Beniquez (ss), Sonny Siebert (p) y Ben Oglivie (como ph).
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Cosas que pasan. Un día como hoy, un 29 de junio de 1916, los Cachorros de Chicago y los Rojos de Cincinnati jugaron los 9 innings con la misma pelota. En 1990, Dave Stewart de los Atléticos Fernando Valenzuela de los Dodgers, lanzan sendos no-hitters. Y un 29 de este mes en el 92, -The Eck- Dennis Eckersley pone un record de 26 salvados en fila.
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“Todo lo que necesitas es amor y un poco de béisbol” John Lennon y yo.

viernes, 20 de junio de 2008

BOLA FRANCA (Mi columna dominical de béisbol)


El arte de dirigir. “La discordia del equipo es lo que lo ha llevado al hoyo donde está ahora. Es decir, no hay química entre la ofensiva y el pitcheo” decía el abridor de los marineros Miguel Batista, horas antes de ser despedido el manager John McLaren, cesanteado cuatro días después del gerente general Bill Bavasi. Si bien es cierto que todo empieza y termina entre el picheo y la defensa, hay que recordar que el béisbol es un juego de equipo, y los de Seattle reprobaron esa asignatura. Sufren el peor de los males, jugar sin quererse ensuciar. Con una nómina de 117,666,482 dólares es -casi- inaudito jugar para 347 y tener el peor record de las mayores (25-47 hasta el viernes).
Llegar al estadio pensando en conectar dos hits para mantener o subir un poco el promedio de bateo, o jalar la bola con contundencia cuando la del gane está en segunda sin outs, son síntomas de la enfermedad de los equipos en crisis, y allí es donde hace la diferencia un buen dirigente. No es sólo ponerle tinta a la hoja que entrega el anotador. La mezcla la conocen pocos, pero seguro que ella se resume en equilibrio. Ni muy amigo, ni enemigo del pelotero, persuasivo, anticipador y sobretodo buen comunicador, claro está, carisma y suerte son siempre necesarias, entender que el protagonista es el juego es más que conveniente.
Entre las 7,125 victorias de Anthony “Tony” LaRussa Junior, Robert Joseph “Bobby” Cox y Louis Victor “Lou” Piniella se resumió el párrafo anterior. Quizás los tres mejores tácticos del béisbol de hoy. Entonces Minaya y Bavasi, gerentes de Mets y Mariners respectivamente, colocaron 137 y 117 millones de los verdes, y semejantes máquinas, en manos equivocadas. Un Rolls Royce y un Ferrari conducidos por aprendices, pero así es el negocio.
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"En gran problema con el béisbol de hoy es que la mayoría de los jugadores están en el juego por el dinero y eso es todo. No por el amor a él, el entusiasmo, la emoción de él” Ty Cobb.
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Por cierto. Tal día como hoy, un domingo 22 de Junio de 1990 los Bravos de Atlanta despiden a Russ Nixon quien tenía al equipo último en la división, y contratan al desde entonces inseparable Bobby Cox, quien aseguró hasta 2009 con los de Georgia. En ese equipo estaban los larenses Antonio Castillo y Alexis Infante junto a Steve Avery, Tom Glavine, John Smoltz, Mike Stanton, Davis Justice, Jeff Blauser y Ron Gant, entre otros. Con record de 65 ganados y 97 perdidos, terminaron de sextos en una temporada donde 980, 129 fanáticos asistieron al Atlanta Fulton County Stadium. Dale Murphy era el bravo más pagado y cobró 2 millones de dólares, a Tony Castillo le dieron 100mil y a Infante 114mil por la temporada.
Y trágicamente un día como hoy, pero en 2002, fallece el lanzador californiano Darryl Andrew Kile, quien a los 22 años debutara en las mayores, el 8 de abril de 1991 con los Astros de Houston. En 2,165 innings dejó record de 133-119 con efectividad de 4.12, 28 juegos completos y 9 blanqueos.
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Evitando la frustración. Johan Santana fue bateado en su pasada apertura en Anaheim, en seis entradas completas recibió con 8 imparables, entre ellos un cuadrangular, 4 rayitas limpias, otorgó 2 boletos y sólo ponchó a 5. Son tiempos difíciles para un lanzador que no ha recibido el soporte ofensivo. En su salida precedente al viaje a la costa oeste, el 12 de este mes en Shea Stadium, no permitió carreras, le conectaron 3 hits en labor de siete episodios, ponchó a 10 y no ganó. Los Mets no viven el mejor de los momentos, recién despiden al manager y en un clubhouse plagado de estrellas de distintas nacionalidades, parecen vivir en una auténtica babel contemporánea, y la torre también se les está cayendo. ¿Entonces qué ha de hacer Johan? En la próxima entrega Herb Pennock, invencible en series mundiales, en sus diez mandamientos del arte de lanzar, le recomienda…
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“Todo lo que necesitas es amor” y un poco de béisbol. John Lennon y yo.

domingo, 15 de junio de 2008

BOLA FRANCA (Mi columna dominical de béisbol)


BOLA FRANCA

El Natural. Empecemos con un agradecimiento. En cuenta de 3 bolas, un strike, 1 out y con hombre en la inicial en el mismo primer episodio, ante el lanzador zurdo de los marlines, Mark Hendrickson, George Kenneth Griffey, mejor conocido como -El Natural-, Ken Griffey Junior, a los 38 años de edad conectó su cuadrangular número 600.
Griffey, uno de esos superdotados del deporte, de grandes dotes genéticos, excelso dentro de ese fenómeno contemporáneo de los peloteros completos, entró en su primer roster grandes ligas junto a Omar Vizquel, en 1989, con los Marineros de Seattle, donde figuraban piezas como, Mickey Brantley, Darnell Coles, Alvin Davis, Randy Johnson, Edgar Martínez y Jay Buhner.
Debutó un 3 de abril como quinto bate con el número 24, y cobró 68mil dólares ese año, en el que jugó 126 juegos, consiguiendo 120 hits en 455 turnos, 16 vuelacercas, 23 dobles, 16 estafadas y 61 carreras impulsadas, nada mal para un novato.
El oriundo de la ciudad de Donora en Pennsylvania, fue la primera selección del draft de 1987, y ha sido un tormento para los pitchers durante 20 temporadas, se ha ido para la calle en todos los parques de la gran carpa, y en casi 10000 visitas al plato colecciona un promedio de bateo de 289, 550 en slugging, un porcentaje de embasado de 374 con 1730 impulsadas de por vida, más que notable, sobretodo si tenemos en cuenta que las lesiones han sido su karma sus últimos 8 años.
Ken Griffey Junior más allá de sus 10 guantes de oro consecutivos entre el 90 y el 99, de su premio al más valioso de la Liga Americana del 97, de sus 7 bates de plata, de sus trece escogencias a juegos de estrellas, de sus 8 días seguidos conectando vuelacercas, de sus 9 temporadas con más de treinta jonrones, y 11 con más de 90 impulsadas, es querido y respetado por colegas, prensa y fanaticada, y es que dentro de sus múltiples triunfos están los recibidos por su esmerado servicio a la comunidad, 5 premios Roberto Clemente dentro de los Mariners y Reds, reconocimientos de la Fundación Make-A-Wish y el premio A. Bartlett Giamatti.
Está en la élite, escogido como el pelotero de la década de los noventa, seleccionado para el equipo del siglo en sus 29 años, tiene consigo el histórico promedio de 571 en juegos de estrellas, y es el primero en hacer dupla con su padre en las mayores. Su swing raya en la perfección, ágil, potente, de gran reacción, completo en todos los aspectos del juegos, inmaculado del mundo de los esteroides, hoy -El Kid- es uno de los últimos héroes del deporte ¡Se te agradece Junior!
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“Si una mujer debe elegir entre atrapar un elevado y salvar la vida de un niño, ella elegirá salvar la vida del niño sin siquiera considerar si hay hombres en base” Dave Barry.
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Factor mental. Dónde está la respuesta a muchas de las contradicciones que vemos hoy, cuando equipos rebosados de caballos y con nóminas de 150 y más de 200 millones de dólares se pelean el último puesto de su división. Leo Durocher, piloto salón de la fama del béisbol, decía “algunos tipos son admirados por venir a jugar, como dice el dicho, yo prefiero aquellos que vienen a matar” en el buen sentido de la palabra. En una era donde los estándares de calidad y competitividad son generalizados, los peloteros cumplen un patrón casi definido en talla, peso, poder y velocidad. La diferencia está en lo mental, y en menor medida en lo emocional. Entonces el manager ganador es un motivador, el que pide al pelotero que no se conforme con elevar su promedio, que aunque cobré 12 millones al año se faje en cada aparición, por el equipo.
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“Todo lo que necesitas es amor y un poco de béisbol” John Lennon y yo.

Niños trabajadores: Los últimos de la fila (I y II)


El pasado jueves 12 de Junio se celebró otra jornada internacional del trabajo infantil, y aunque las cifras siguen descendiendo, aún el panorama representa un reto global

La situación de los niños y adolescentes trabajadores en el mundo es tan compleja como diversas son las condiciones propias de cada territorio y Estado. Entre la pobreza y su feminización, el aumento de las disparidades sociales y económicas, la discriminación étnica y de género, la violencia doméstica, la falta de educación, los desplazamientos, el éxodo rural y la pérdida de los padres por conflictos y enfermedades, se encuentran las principales causas del trabajo infantil. Según la organización internacional “Save the Children”, existen más de 218 millones de niños y adolescentes trabajadores, de los cuales 109 realizan trabajos peligrosos y más de 8 millones laboran en condiciones de esclavitud. Venezuela no escapa de esa realidad, y aunque no se cuenta con números precisos y actualizados, según cifras de la Fundación para la Integración, Capacitación e Investigación (Fundaici), se cree que en 2005 trabajaban millón y medio de niños y adolescentes, 400 mil de ellos en el sector formal de la economía.

LOS NÚMEROS
La cantidad de niños trabajadores representaba situación de alarma a principios del siglo XXI, “No obstante, el número de niños trabajadores disminuyó globalmente en un 11 por ciento durante los últimos cuatro años, mientras que el número de niños que realizan trabajos peligrosos disminuyó en un 26 por ciento” se desprende del último informe presentado por el Director General de la Organización Internacional del Trabajo, Juan Somavia, en 2006. Y es precisamente en América Latina y el Caribe donde “los progresos más importantes se están registrando (…) Donde el número de niños que trabajan ha disminuido en unos dos tercios en el transcurso de los últimos cuatro años, y en la actualidad sólo el 5 por ciento de los niños trabaja” esto según el mismo informe de la OIT.
En la actualidad, unos 165 millones de menores de 5 a 14 años son trabajadores, una gran cantidad de ellos lo hacen en jornadas de casi 50 horas a la semana, en escenarios higiénicos altamente cuestionables, sin previsión social, y en condiciones de esclavitud, certifica el informe de la OIT, y es de allí precisamente de donde se desprende la polémica discusión sobre la justificación del trabajo infantil. Juan Somavia, Director General de la OIT, asegura que la erradicación total de esa realidad es un objetivo viable, más sin embargo, otro grupo importante de expertos en la materia y organizaciones no gubernamentales, optan por la vía de la protección del menor a la violación de sus derechos, al abuso y explotación por sus servicios, monitoreando los tiempos y espacios laborales, pero sin eliminar la actividad. "El trabajo por sí mismo no es dañino. Por el contrario, el trabajo que el niño realiza lo prepara para la vida. El niño trabaja no sólo para adquirir lo económico, sino que el trabajo le da una compensación humana y un carácter de dignidad. Así, el niño puede completar sus estudios, su alimentación. El trabajo como actividad ejercida en libertad es inherente a toda persona" así lo indica Lucila Ferna, dirigente del Movimiento de Adolescentes, Niños y Niñas Trabajadores de Perú.
Pero más allá de esa discusión los contextos continúan desarrollándose y las acciones deben reguladoras deben ejercerse. Si bien es cierto que las condiciones más desfavorables las poseen Asia y África, América Latina ha de seguir promoviendo en la inversión social. Por ejemplo, en Argentina, se estima que son más de millón y medio los niños trabajadores, de los cuales el 90 % está en el sector informal de la economía, con una carga horaria semanal promedio de 45 horas, un tercio realiza trabajos peligrosos y 50 por ciento de los niños no es remunerado por su labor, según cifras de la organización no gubernamental “Save the Children”.
El México, el informe “Explotación Laboral Infantil y Adolescente”, existen más de 5 millones de niños trabajadores, de los dos millones del grupo de adolescentes de 12 a 17 años, millón y medio de ellos no asiste a la escuela, y de los 3.3 millones del grupo de 6 y 12 años, el 54.5% se ocupa en el trabajo doméstico, 1.8 millones de ellos sin remuneración. En ese mismo informe se destaca que el 54.4% del grupo de 12 a 17 años tiene una entrada de casi dos sueldos mínimos mexicanos (promedio de 102 pesos diarios) y el 22.7% trabaja más en jornadas de 48 horas.
El caso colombiano no es muy diferente. La directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo, Liliana Obregón, aseguró en junio de 2007, que en ese país hay más de 2 millones de niños y niñas trabajando, y un millón de ellos no recibe percibe remuneración económica. 338 mil niños y adolescentes colombianos se dedican a la actividad agrícola. Obregón señalaba que “estos menores de edad están expuestos a intensas jornadas de trabajo, a la inclemencia del clima y a intoxicaciones con sustancias químicas que emplean en los cultivos”.

EL CASO VENEZOLANO
“El estado y la sociedad están obligados a proteger a los niños de cualquier forma de trabajo infantil. La profesionalización de adolescentes como aprendices pueden acontecer a partir de los catorce años y, a partir de los dieciséis años, un adolescente ya puede tener un puesto de trabajo asignado” todo esto de acuerdo con la Convención de la Organización Internacional de Trabajo y la Convención de los Derechos de los niños, niños y adolescentes, la cual firmó Venezuela el 26 de Enero de 1990.
El 2 de Septiembre de 1997, bajo decreto presidencial se crea la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de los Niños Trabajadores. Una vez activada la comisión se planteó: Analizar la situación y diversidad del trabajo infantil generando tanto una base de datos periódica como el registro permanente, estimulando la investigación necesaria para definir prioridades y concretar intervenciones especificas para prevenir el trabajo infantil, proteger a los niños, niñas, y adolescentes trabajadores y erradicar el trabajo que se realiza por debajo de la edad mínima, así como las peores formas de trabajo infantil.
“Lamentablemente ese decreto no ha tenido seguimiento y no se conoce de ningún plan de acción especifico para los Niños Trabajadores, y los organismos competentes como el Instituto Nacional del Menor (INAM), que está en estrategia de sobrevivencia y el Consejo Nacional de Derechos del Niño y Adolescente (Cndna), están ocupados en diatribas políticas y no han podido o sabido hacer seguimiento al Decreto Presidencial de 1997”, asegura la psicóloga Deanna Albano, fundadora de la Asociación Muchachos de la Calle y experta en atención a niños en situación de calle y niños trabajadores.

ATENCIÓN A LOS DATOS:
La ONG -Save the Children- ofrece algunos números a tomar en consideración.
1. En Haití al menos 250.000 niños trabajarían en el servicio doméstico, de los que el 10% tendría menos de 10 años.
2. En Guatemala 40.000 los niños de entre 5 y 17 años trabajan en el ámbito doméstico, de los cuáles un 90% son niñas.
3. En Vietnam, el 60% de las niñas trabajadoras de entre 10 y 14 años lo hacen en el servicio doméstico. Sólo en Hanoi, uno de cada 100 hogares emplea a una trabajadora doméstica de menos de 16 años.
4. En Filipinas se calcula que hay 230.000 niños trabajando en hogares, de los que 120.000 lo harían como internos, en casas ajenas.
5. En Marruecos el 70% de las niñas de entre 7 y 14 años que ejercen el servicio doméstico no acude a la escuela o no ha ido nunca.
6. En la capital de Etiopía, Addis Abeba, por ejemplo, un 43% de las niñas trabajadores domésticos entre los 11 y los 14 años de edad aseguran recibir algún tipo de maltrato físico y hasta un 67% confesaban ser acosadas sexualmente.

“A mí el trabajo me hace sentir bien, el poder aportar a mis padres, la necesidad es tanta, que no hay dinero. Cuando uno no trabaja y cuando al niño se le da, se acostumbra. En vez de dárselo, por qué no ofrecerle la oportunidad de trabajar a fin de evitar que ser como mucha gente o adolescentes que se pierden en las drogas, se van a pandillas” estas son palabras del entonces niño de 11 años, Lisandro Cáceres, delegado nacional de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Perú, hoy tiene 18 años, catorce de ellos laborando. Una entre millones de experiencias en el mundo laboral infantil, quizás afortunada.
Y es que cifras de la OIT reflejaban que para 2005, ya unos 22.000 niños morían en accidentes relacionados con el trabajo anualmente, un promedio de 8,4 millones de niños eran víctimas de esclavitud, prostitución y tráfico humano, y casi 2,5 millones de niños trabajaban en los países desarrollados.

DE LAS CAUSAS
Del Análisis de Situación de Menores en Circunstancias Especialmente Difíciles (MCED), realizado en 1992 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se extraen las cifras más recientes sobre el estudio de la situación de los niños de la calle en Venezuela. En esa investigación se consideró que de una población de niños, niñas y adolescentes de 7 millones, 4,8 millones requerían atención preventiva, 9.583 se encontraban institucionalizados en muchos de los centros del Instituto Nacional del Menor (INAM), 1,5 millones desempeñaban estrategias de sobrevivencia y 2.000 de ellos se encontraban en la figura de niños de la calle.
Por otra parte, en el informe 1999- 2005 de UNICEF, se asegura que en Venezuela 8% de la población infantil ejerce un trabajo.
En un estudio realizado en 2003 por la investigadora asociada a la Unidad de Políticas Públicas de la Universidad Simón Bolívar, Yudei Rodríguez, concluye que parte de el problema de los niños trabajadores y de la calle en general, se ajusta a diversos elementos, como “los altos índices de desempleo y pobreza, la ausencia de crecimiento económico sostenido, el analfabetismo, la deserción escolar, la ausencia de mecanismos que garanticen la escolaridad, la descomposición familiar, la falta de políticas claramente definidas en materia de atención al niño de la calle, la discontinuidad en la implementación de los programas y a la ausencia de sus respectivos sistemas de seguimiento y evaluación”.
Existe una fuerte relación entre los niveles de ocupación estudiantil y bienestar familiar con la necesidad de trabajar desde temprana edad. El investigador José Huerta, presenta algunas estadísticas sociales del segundo trimestre de 2003, en la cuales se reflejaba que 610.268 niños y adolescentes del grupo de 10 a 17 años, eran económicamente activos, y de ese número el 76,5% se encontraba ya en condición de pobreza, a esto se le suma que, 316.248 niños y jóvenes habían abandonado los estudios, de los cuales 246.025 vivían en situación de pobreza. Por su parte, del grupo de 3 a 9 años que se estimó en 3,7 millones, el 80% asistía a centros de educación formal, pero de ellos, 63.574 niños no iban a la escuela por falta de recursos económicos, y 1.978 niños no lo hacían por estar trabajando.
Deanna Albano, fundadora de la Asociación Muchachos de la Calle y experta en atención a niños en situación de calle y niños trabajadores, entiende que “la presencia de niños y adolescentes trabajadores está estrechamente vinculado al tema de la pobreza, paradójicamente, la sociedad moderna genera procesos de exclusión y en especial acentúa la pobreza y la primera perjudicada es la familia” según Albano la segunda causa generadora de niños trabajadores es la falta de empleo de los padres o la presencia de madres solas que tienen a cargo un hogar, y en tercer lugar, “la exclusión escolar, los altos índices de deserción en primer grado, basta con ver que para 2003 según cifras del ministerio de Educación, 32% población en edad escolar no asistía a la escuela, 1,8 millones de niños y niñas fuera del sistema escolar”.

Y ENTONCES
Durante tres décadas se han diseñado diversas instituciones de atención a los niños trabajadores y de la calle, de iniciativa pública como privada. “No obstante, a pesar de las acciones que se han tomado en materia de atención a los niños de y en la calle, el problema persiste” afirma la investigadora Yudei Rodríguez en su estudio, y lo que refuerza la psicóloga Deanna Albano cuando comenta que “pareciera que no es por falta de recursos sino falta de voluntad política, es necesario asumir el tema de la infancia y adolescencia como tema prioritario y no que los funcionarios públicos se limiten a asistir a congresos, foros internacionales y estampar firmas en convenios internacionales”.
El Estado venezolano ha conseguido establecer instrumentos significativos en favor de la infancia asumiendo compromisos como la Declaración de los Derechos del Niño (1969), la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989) y la Cumbre Mundial en Favor de la Infancia (1990). Por otra parte, ha generado desde el plano nacional: La primera Tabla de los Derechos del Niño (1936), la Ley Tutelar del Menor (1980), la Ley Aprobatoria de la Convención del Niño (1990), la Conferencia Nacional sobre los Derechos del Niño (1991), el Plan de Acción Intersectorial de Atención Integral a la Infancia y la Adolescencia (1994), el Plan Maestro de Operaciones de Cooperación entre UNICEF y Venezuela (1996-2000), la Ley Orgánica para la Protección del Niño y el Adolescente (2000), y la garantía constitucional del niño en artículos como el 75, 78 y 79 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
No obstante, el hecho de que exista un número significativo de instituciones gubernamentales y no gubernamentales de atención a los niños, así como un ordenamiento jurídico favorable en la materia, no endosa el éxito, es necesario la implementación de los sistemas y el seguimiento de los mismos.
Algunos expertos coinciden en que la anulación del trabajo infantil es viable, sólo si diseñan mayores posibilidades laborales para los adultos y sus comunidades, y que las soluciones están en brindar alternativas a las familias para que “rompan el ciclo de pobreza a través de cooperativas, y la adquisición de maquinaria agrícola, por ejemplo, no se sigan estancando los sueños de los más pequeños”.
“Los costos de erradicar el trabajo infantil serían de 76 mil millones de dólares y los beneficios económicos netos para 2020 serían $330 mil millones de dólares. Es decir, habría un beneficio neto para la región si se eliminara el trabajo infantil” aseguraba en 2005, María Arteta, directiva del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Organización Internacional del Trabajo.
Para Juan Somavia, Director General de la OIT, la solución pasa por crear sistemas educativos más sólidos, “Más de 70 millones de niños en edad escolar no asisten a la escuela primaria. Y cuando una familia tiene que elegir entre enviar a la escuela a un niño o a una niña, con frecuencia es la niña la que sale perdiendo. Nuestro reto es ofrecer esperanza a los niños trabajadores de todo el mundo convirtiendo en realidad su derecho, y garantizar que reciban educación y formación de calidad que les permita alcanzar un futuro de trabajo decente. Esto es esencial para romper el ciclo del trabajo infantil y la pobreza. Y es una buena inversión para los individuos y la sociedad”.

A MANTENER INICIATIVAS
De la Fundación del Niño del Estado Bolívar nace Cepronit, como un programa estadal, creado por la administración anterior y es mantenida y reimpulsada por la actual.
Evelyn de Campos, Jefa del Programa Nacional de la Fundación del Niño, y coordinadora del Centro de Asistencia y Protección al Niño Trabajador (Cepronit) en Caroní, insiste en que las causas de la problemática son diversas y complejas, y aunque no manejan cifras exactas, están en conocimiento de la realidad guayanesa también responde a la debilidad familiar, falta de figura paterna, necesidad de sobrevivir, y conocen los puntos de trabajo de los niños aplicando en la medida de sus posibilidades algunos mecanismos de asistencia. El Cepronit está desde el 2003 al servicio del niño trabajador, asistiéndolos con nivelación pedagógica, el programa Jardinerito (asistencia para trabajar la tierra) y Sembrando la Vinotintos (apoyo deportivo a más de 100 niños). “Después de años de trabajo con los muchachos, empezó a bajar la matrícula, iniciamos una investigación y nos dimos cuenta que los muchachos no venían porque estaban estudiando, de manera que entendieron que es posible una vida diferente, de estudio y el trabajo en segundo plano”.

martes, 3 de junio de 2008

Prioridad ambiental: Gestión integral del agua (I y II)


Muchas son las ventajas comparativas de Venezuela en la relación cantidad y calidad de agua, con el resto del mundo, pero el recurso se desperdicia y poco hacemos para evitarlo.

Común y casi corriente es la imagen de sujetos urbanos al mando de una manguera vertiendo el agua por doquier y en raciones más que generosas, desde el muchacho del auto lavado en un momento de ocio, ocupando la vista en el agua barredora como quien prueba la potencia del chorro, o quizás la señora de la casa, que después de casi ahogar las matas, se ocupa de desalojar cualquier brocita incomoda con la fuerza de la toda poderosa agua. Los expertos entienden que uno de los desafíos de la gestión integral del recurso hídrico en Venezuela pasa por modificar elementos culturales, puesto que el uso del preciado líquido es exagerado, y el desperdicio es injustificado, como si nadie pensara que es posible el agotamiento definitivo del agua.

OTRO DIVINO OBSEQUIO
Cuando hablamos de los tantísimos beneficios que el creador ha dejado sobre y bajo nuestros suelos, o en relación a la multiplicidad y gran cantidad de recursos que la madre tierra en su milenario proceso evolutivo ha hecho de Venezuela su dueña, siempre se alude al petróleo, el oro, el gas o el diamante, pero no con tanta vehemencia al agua, recurso sobre el cual se ha abierto todo un imaginario universal, esto quizás, por su incalculable valor y por el pánico que genera la posible escasez del mismo.
Y todo esto sin tener en cuenta que según cifras de la FAO (Organización de Comida y Agricultura de las Naciones Unidas) más de mil millones de personas carecen de acceso al agua potable, casi tres mil millones de personas no tienen acceso a un saneamiento adecuado, de cinco a diez millones de personas mueren cada año de enfermedades relacionadas con el agua o el saneamiento inadecuado, 20% de las tierras de regadío del mundo están cargadas de sal, lo que afecta a la producción de cultivos.
Pero el caso venezolano es drásticamente distinto, en 2002 la experta Ángela González Landazábal, en su Informe Nacional sobre la Gestión del Agua en Venezuela, aseguraba que el balance de reserva “considerando los aportes del escurrimiento superficial en las siete grandes regiones en que se dividió el país, arroja como resultados una alta disponibilidad del recurso aún bajo escenarios de crisis en todas las regiones, a excepción de la región Central-Capital, donde se ubica un 34% de la población total del país y su mayor parque industrial”, en ese momento el recurso hídrico garantizaba el suministro a 20.9 millones de personas (87% de la población nacional) y el riego de 387.500 hectáreas.
Por su parte, del último gran estudio sobre la realidad del recurso hídrico nacional, presentado en IV Foro Mundial del Agua realizado en México en marzo de 2006, y que fue compilado y editado conjuntamente entre un representativo número de expertos nacionales en la materia y respaldado por organizaciones no gubernamentales e instituciones oficiales vinculadas al tema ambiental, se desprende, entre otras cosas, que “Venezuela posee un extraordinario potencial hídrico que debe ser apropiadamente conocido y manejado, para garantizar su uso a perpetuidad” pero “si bien se estima que el potencial de aguas subterráneas en Venezuela es significativo, su uso no está siendo apropiadamente controlado en el país, con lo cual se podría estar realizando un aprovechamiento no sostenible del recurso”. Entonces, qué sucede con el agua subterránea y superficial en nuestro país, a dónde vamos y a quién seguimos, qué salidas hay al exceso de uso del recurso, esas son interrogantes cuyas respuestas aún no están claras y urge entenderlas.

LA REALIDAD
En el IV Foro Mundial del Agua de 2006 se resumió que en el continente americano “aunque ha adoptado el principio del desarrollo sustentable, continúa la necesidad de implantar mecanismos efectivos que resuelvan los diferentes requerimientos de agua a nivel sectorial, en concordancia con los objetivos económicos, sociales y ambientales”, esta percepción está directamente vinculada con temas relacionados con el abastecimiento y saneamiento. Por ejemplo, la distribución de agua potable es del 100% en el América del Norte, y superior del 90% en las zonas urbanas de Latinoamérica y el Caribe, sin embargo en las zonas rurales apenas alcanza el 70%, y a esto se le suma que el servicio de saneamiento en el espacio rural presenta grandes deficiencias, puesto que es menor al 50% en países como Brasil, México, Haití, Bolivia, Perú, República Dominicana, El Salvador y Venezuela.
Es evidente que cuando se mencionan mecanismos efectivos para solventar los requerimientos del agua es necesario imponer el término gestión integral del recurso hídrico (GIRH). Ya en 2002, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, los países se acogieron a la aprobación de la GIRH y sus respectivos planes de eficiencia, en un plazo de 3 años. Y en 2004, de 108 países, 22 de Latinoamérica, revelaron cierto progreso. Para 2006 sólo Brasil había mostrado un muy buen avance, mientras que Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Bolivia enseñaron algún avance, y sólo Colombia, Uruguay y Venezuela estaban en la etapa inicial.
Una vez más nuestro país no encaja en lo genérico, “Venezuela vive un proceso diferente con la Gestión Integral del Recurso Hídrico, porque normalmente estas experiencias se generen por la necesidad, ya sea por escasez o por problemas relacionados a la mala administración del recurso, nuestra dinámica tiene sus propios ritmos” afirma Becker Sánchez, experto del Departamento de Estudio de la Ciencia de Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), quien además agrega que “años de investigación de universidades, organizaciones no gubernamentales, y organismos oficiales han generado preocupación al respecto, pero recién ahora es cuando el Ministerio de Ambiente emprende con empuje el proyecto”.
Entonces la realidad del agua según el Informe de la GIRH en Venezuela de 2006 está montada sobre un escenario de grandes desafíos, puesto que “el patrón de crecimiento poblacional, el proceso de urbanización, la pérdida de calidad de los cuerpos de agua, los riesgos naturales, y la deficiente gestión y conservación del recurso, inciden en la multiplicación de los factores que contribuyen con el deterioro de estas fuentes”, todo esto entendiendo que para 2006 no existía en Venezuela un plan nacional para promover la gestión integrada de sus recursos hídricos a fin de garantizar su sustentabilidad.
Hoy se empiezan a mover algunas piezas, pero aún con discreción, por lo que no despega del todo un macro proyecto que controle “una mejor utilización y calidad de los recursos hídricos a través de la reducción de las pérdidas de los sistemas de agua, regulación de las descargas residuales, control y aplicación de normas sobre calidad del agua, programas de conservación de suelos y aguas, control de la contaminación en fuentes no puntuales y medidas de conservación del agua y el suelo, entre otras medidas” como lo recomienda el informe 2006 de GIRH de Venezuela.

Ejemplos de aplicaciones exitosas de la gestión integral de agua en Latinoamérica:
1. Cuenca del Río San Francisco en Brasil. El otorgamiento de facultades del comité de la cuenca del río ha favorecido la construcción de la infraestructura de control de la contaminación. 2. Cuenca del Río Paraiba do Sul en Brasil. Se implantaron todos los instrumentos asociados a las políticas de manejo de agua. El sistema de concesiones de agua, el comité de cuenca, la agencia de cuenca y el plan de cuenca. 3. COIRCO, Río Colorado y AIC, Ríos Limay-Neuquén en Argentina. Los comités de cuenca han venido funcionando desde hace 20 a 30 años. 4. Cuenca Lerma-Chapala en México. Cuenta con su consejo de cuenca y un convenio interestatal para el uso de las aguas. Este Consejo de cuenca fue el primero que se estableció en México. 5. Cornare en Colombia. Se ha logrado la reducción de la contaminación al implantar cobros por contaminación del agua.

El municipio Caroní cuenta con la cobertura de dos fuentes hidrográficas importantes, el río Caroní del cual se desprende la totalidad del uso doméstico y urbano del agua, y el río Orinoco, cuyo recurso está destinado a las necesidades industriales y en bajísimo porcentaje al sector agropecuario. Y en ambos casos somos consumidores de aguas abajo, es decir, los usuarios de la parte baja de las cuencas, por lo que hemos de ser los receptores naturales de cualquier efecto producido por acciones tomadas en las cabeceras de dichos ríos, como incendios, sequía o la propia contaminación. De allí que la Gestión Integral del Recurso Hídrico (GIRH), vista como un sumario multisectorial e interinstitucional interviniente en todas las fases de la cuenca, así como monitora de la actividad de la generalidad de sus usuarios, ha de regular y mejorar el rendimiento del agua tanto en cantidad como en calidad.

EN RELATIVA CALMA
Estudios de la Universidad Nacional Experimental de Guayana han arrojado resultados alarmantes, como el que indica la existencia de “17 descargas contaminantes” al río Orinoco en su trayecto de Puerto Ordaz a San Félix. Y el pasado mes de marzo se leía en la prensa local: “Una sustancia roja de fuerte olor es vertida en el río Orinoco cerca del muelle de CVG Venalum”, aparentemente la empresa ocasionaba un derramamiento que desembocaba en el cauce del río sin ninguna revisión de los organismos competentes, y quizás con graves consecuencias al medio ambiente. Asimismo los problemas con el servicio de agua, aunque ahora en menor medida, continúan ocupando cierto centimetraje en los diarios de la zona.
Y es que fue sólo hasta el primero de enero de 2008 cuando por decisión de la Cámara Municipal de Caroní, se aprobó el aumento del precio del agua en el municipio, que hasta ese momento era el más bajo de todo el país, y aún con el aumento no alcanza siquiera el 50% del promedio nacional.
Todos estos elementos son parte representativa de la inexistencia de una organización definida y estructurada especialmente para la gestión del agua, de manera que se reconozca y diagnostique el abastecimiento y saneamiento, conservación, riego, navegación, turismo e incluso el manejo hidroeléctrico.
Hasta ahora Ciudad Guayana no considera la problemática del agua como prioridad, porque se cuenta con la regularidad del recurso, y salvo los sectores rurales o los asentamientos urbanos no planificados que tienen graves dificultades en la distribución del líquido, se vive en relativa calma, pero es preferible prevenir que lamentar.

LA NECESIDAD DE LA GESTIÓN
“Durante la última década se han logrado importantes avances en la gestión del recurso agua, particularmente en los ámbitos jurídicos y de infraestructura, así como de acceso al agua potable” así se concluye en el Informe 2006 de GIRH de Venezuela, y es que las fortalezas son muchas para adelantar con entusiasmo la administración del agua, así lo asegura Becker Sánchez, experto del Departamento del Estudio de la Ciencia del Instituto Nacional de Investigaciones Científicas (IVIC) quien nos indica que hoy por hoy “ya se cuenta con algunas herramientas, recuerda que desde los años 70 ya hemos tenido la normativa del medio ambiente, y los trabajos han sido continuos, sólo que ahora se ha tratado de agrupar las diferentes inquietudes de personas, comunidades, universidades, así como el compromiso que han venido adquiriendo instituciones y organismos relacionados al tema”.
Sánchez comenta que entre la normativa legal vigente, (Ley de Aguas de enero de 2007 y Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento), los procesos participativos de las comunidades (Redes comunales, mesas técnicas de agua), el permanente trabajo investigativo conjunto (IVIC, USB, UNEG, Vitalis, entre otras instituciones) por el cual se ha logrado toda una data producto de la labor de años de universidades e instituciones, se tiene un gran trecho ganado para la constitución definitiva de la Gestión Integral del Recurso Hídrico en Venezuela.
Sin embargo, por otro lado, están las debilidades y retos a vencer, que según la visión del experto en la materia, Becker Sánchez, son la desarticulación interinstitucional, la cultura de que el agua no se va acabar nunca (Excesivo uso del recurso), y la percepción divergente de cada grupo de actores (En cada cuenca sus usuarios tienen diferentes métodos y costumbres de uso). Esto lo refuerza el Informe Nacional de la GIRH de 2006 que concluye especificando que “si bien muchos de estos sectores vinculados con el agua reconocen la importancia de la GIRH, aún no se han dado todos los pasos necesarios para integrar los esfuerzos que promuevan el desarrollo y la gestión coordinada de los recursos agua (…) Se requiere una mayor coordinación de los esfuerzos de planificación, control y seguimiento de los proyectos en el sector, entre los principales usuarios del recurso, el gobierno nacional y los gobiernos regionales y locales, así como con las universidades, las ONG y el sector privado (…) Se debe impulsar la asistencia y la cooperación técnica entre los diferentes entes que tienen relación con el agua, particularmente hacia los grupos comunitarios, los municipios en proceso de transferencia de la administración y las universidades que promuevan usos más eficientes y responsables del recurso”.

CONTINUARÁ
Estos dos reportajes –introductorios- toman de manera muy general pequeños ápices de la temática del agua, su gestión integral, manejo, cultura, disposición y conservación. La intervención de los distintos sectores y actores involucrados con la administración de los recursos hídricos, regionales y nacionales, no es sólo necesaria, sino imperiosa en la constitución del debate público y la sensibilización nacional al respecto.
Durante años se ha creado en el imaginario global la percepción de que las próximas guerras tendrán como objetivo el agua, por su continuo agotamiento. Y aunque en la actualidad los estudios basados en esa premisa son más serios y optimistas, entre ellos, el realizado por el investigador Aaron Wolf el año pasado, denominado Los Conflictos y la Cooperación, donde concluye que “la posibilidad de que la guerra abierta por agua entre los países es baja, a menudo falta la cooperación en las controversias sobre los recursos transfronterizos”, se deja entrever que aún baja, sigue siendo una posibilidad, y es mayor cuando las políticas fronterizas se contraponen.
Al final, la respuesta, como casi todo lo que sucede bajo el cielo está en nuestras manos, como la reversión del calentamiento global, o el desarme nuclear, incluso la preservación del recurso hídrico, ante la cual, la Gestión Integral del Recurso hídrico (GIRH) parecer ser la respuesta más idónea. Seguiremos informando.

Experiencia exitosa en Brasil:
Considerando que, desde 1966, los niveles mínimos de la reservas de agua durante la estación seca habían ido descendiendo paulatinamente todos los años, en 2004 el comité decidió tomar medidas preventivas para evitar el agravamiento de esta situación, lanzando una campaña de concienciación social sobre la necesidad de consumir agua responsablemente, y de evitar cualquier tipo de gasto innecesario. Unos 15.000 dólares de los ingresos por el cobro del agua se invirtieron en campañas publicitarias sobre el uso racional del agua.
Una premisa clave para conseguir el objetivo principal en la GIRH del río Paraiba do Sul fue la sostenibilidad del uso racional e integrado del agua, que no es más que la sostenibilidad del propio comité. Dicha sostenibilidad está condicionada por el reconocimiento de la capacidad representativa, la fiabilidad y la capacidad de integrar acciones de los distintos segmentos del comité: Gobiernos federal, estatales y municipales, así como usuarios y organizaciones sociales. El desarrollo del cobro por el agua fue una acción estratégica que proporcionaba la garantía formal de continuidad de las acciones por parte del Comité para la Integración de la Cuenca Hidrográfica del Río Paraíba do Sul (CEIVAP) y la Agencia Nacional del Agua.