miércoles, 5 de marzo de 2014

Del golpe de Estado a Piar y el remordimiento de Bolívar

Este es el piar de ojos azules, un pardo muy sospechoso... El General Piar es sin duda un atascadero en la historia sin contar de Venezuela, detrás de él y su muerte, incluso su nacimiento, hay mucha tela por cortar, sin embargo, hay algo seguro, Bolívar en sus cartas lo reconoce, fue se legado la base del triunfo militar del resto de las campañas después de San Félix, incluyendo Bomboná, Junín, Boyacá y Ayacucho. Pero hay mucho más detrás de ese legado. Bolívar y su remordimiento. El Libertador dijo mucho sobe Piar: “Hay que reconocer que de no haber sido por las victorias de Piar no habría República”, además de cosas como, “La victoria que ha obtenido el General Piar en San Félix, es el más brillante suceso que hayan alcanzado nuestras armas en San Félix”, sin embargo, lo más trascendental que dijera ya cercana su muerte fue la declaración de arrepentimiento. Bolívar le escribiría al General Briceño desde la Bogotá de 1828, dos años antes de su muerte y en el marco del indetenible indulto al inenarrable Santander, lo siguiente: “Yo estoy arrepentido por la muerte de Piar, de Padilla, y de los demás que han perecido por la misma causa: en adelante no habrá más justicia para castigar al más feroz asesino, porque la vida de Santander es el pendón de las impunidades más escandalosas”. Un Bolívar agotado, desesperado, arrepentido y convencido de haber sido manipulado por el mantuanato de entonces, remata diciendo: “Lo peor es que mañana le darán un indulto y volverá a hacer la guerra a todos mis amigos y a favorecer a todos mis enemigos. Su crimen se purificará en el crisol de la anarquía, pero lo que más me atormenta todavía es el justo clamor con el que se quejarán los de la clase de Piar y Padilla (Pardos). Dirán, con sobrada justicia, que yo no he sido débil sino en favor de ese infame blanco (Mantuano). Esto me desespera, de modo que no sé que hacerme”, al siguiente día iría al campo a refrescarse y buscar consuelo.
Piar fusilado no fue enterrado, sus restos, son parte del brioso Orinoco... Golpe de estado al General pardo sin nada que perder. Más allá de los diversos elementos que hacen presumir un Piar hijo bastardo de blancos, primo de los Bolívar y los Ribas, su condición de hecho fue la de pardo. En el diario del General O´Leary se narra íntegro el juicio a Piar y de donde se extrae testimonio del General Bermúdez junto a cinco coroneles y un capitán, afirmando que “Piar en sus quejas contra sus compañeros manifestaba que se le trataba así, por ser pardo, y que hablaba mal de los llamados mantuanos”. Las hipótesis de indisciplina, además de la fútil idea de que Piar fundaría una nación de negros en Guayana, que justifican su captura bajo engaño del Almirante Brión, pueden ser más que debatibles, todo bajo la lupa de hechos irrefutables. Piar fue el primero en declarar sobre la importancia estratégica de Guayana como centro logístico para las campañas de independencia de la América, una realidad que tres siglos antes advirtiera Walter Raleigh, además de ser tan visible para 1810, desde Guayana los monjes catalanes enviaron poco menos de una tonelada de oro al rey de España, además de suministrar ganado y pertrechos de todo tipo al ejército realista por años. Piar, oportuno, afirmaba, “Guayana es la llave de los llanos, es la fortaleza de Venezuela, Guayana ha sido el centro y refugio de los enemigos, ha sido la fuente que ha derramado la esclavitud en la República. Ella por su posición está en contacto con los países extranjeros y con todo el interior, ella está cubierta y defendida por un muro más fuerte que el bronce, el Orinoco”, así Piar veía una Guayana generosa que interpretaba como “el único país de Venezuela que exento de las calamidades de la guerra interior nos ofrece recursos para proveernos de lo necesario y el único punto de defensa que podemos elegir para establecer nuestros almacenes y asilo si las suerte nos redujese al último término”. Ese manifiesto dirigido al General Piar se convirtió en una inmediata acción hacia la campaña de Guayana, para nada corta y suave, la cual le hizo vencedor del Juncal y de San Félix, Libertador de Guayana, encima de consagrarse como el único General en Jefe de la historia de Venezuela ascendido a ese rango por su oficialidad y soldados en pleno. El golpe de estado al General pardo ya tenía en realidad razones más propias de la época, cómo un pardo puede arrebatar la gloria de la independencia al mantuanato criollo.
La independencia se fraguó con el sudor del pardo, entre ellos, Piar... La hora del debate. Piar como contara el historiador Manuel Alfredo Rodríguez, fue fusilado a pecho desnudo y sin venda alguna sobre sus ojos, al grito de viva la patria. Dos horas después de su muerte, idos lo presentes, fue levantado por corpulentos jóvenes que hasta hace instantes vestían de inocentes ancianas, le envolvieron en telas y lo bajaron a la calle Zea, lo descuartizaron a machetazos y lo lanzaron al imponente Orinoco. A esta Guayana llena de contradicciones le llega una nueva oportunidad de desempolvar su historia y por ende esclarecer su futuro. Abrir el debate sobre nuestro Libertador es más que oportuno, conocer a ciencia cierta su origen y liberarnos de mitos, pues es un personaje sobre el cual no se entiende aún su nacimiento o su muerte. Que si fue un prodigio militar que entendió antes que nadie el potencial logístico de Guayana para fundar un Estado robusto, que si nació en el Convento de San Francisco en Caracas víctima de las infidelidades del status quo, que si en realidad fue hermano bastardo de Ribas y primo de Bolívar, que si fue fusilado por liberar a Guayana solo y ser políticamente incorrecto para los proyectos de la ganadería extensiva nacional. Todo es necesario discutirlo en pro de un futuro con menos contradicciones y más certezas.
Lo único que Piar pudo haber ganado de la guerra no lo disfrutó, 25.000 pesos...