viernes, 18 de octubre de 2013

La gestión ambiental de Guayana está en deuda

Guayana es núcleo y referencia mundial de endemismo y biodiversidad, sin embargo ha venido degradándose progresivamente, la acción antrópica pesa mucho sobre sus ritmos naturales de recuperación, es hora de entender mejor su dinámica para poder activar políticas públicas efectivas. Para entender un poco más su panorama actual entrevistamos a la experta Judith Rosales. Lo que supone para muchos ser un panorama verde intenso, de espacios prístinos, de especies endémicas y ecosistemas de altísima biodiversidad, eso es Guayana, pero qué tanto de eso es cierto, qué ocurre con la Guayana venezolana, qué niveles de conservación presenta, y qué balance presentan los principales actores en la toma de decisiones, en fin, cuál es el saldo de la gestión ambiental en Guayana, son solo algunos de los elementos de este complejo contexto al cual le llamamos ambiente. En la tarea de entender mejor la situación actual, la ayuda de Judith Rosales, leyenda viviente del estudio ambiental y ecológico de Guayana, es todo un privilegio. Doctora Judith Rosales Es investigadora y docente, bióloga egresada de la UCV y PhD en geografía, línea eco hidrológica de la Universidad de Birmingham en Reino Unido, premio regional de ciencia y tecnología, y creadora de las unidades de postgrado: maestría, especialización y doctorado en ciencias ambientales, ecología y gestión ambiental de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, así como miembro del Centro de Investigaciones Ecológicas de Guayana. Ha estado a la cabeza del diseño del proyecto UNEG del Programa de Biodiversidad de la Región Guayana Bio Guayana desde 1996, además de haber sido coordinadora de Relaciones Públicas y del Simposio Ecosistemas Ribereños del XII Congreso de Botánica en Ciudad Bolívar, Coordinadora académica del III Congreso Forestal Venezolano en Ciudad Bolívar, presidente del primer Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés a 10 años de Bio Guayana, y presidente de la Sociedad de Biodiversidad del Escudo Guayanés Capítulo Venezuela. ¿Se está investigando en Guayana? Desde hace treinta años se está haciendo investigación ambiental en Guayana, la hacía la UCV, el IVIC, la ULA, ellos comienzan este proceso investigativo que no contaba con una institucionalidad en Guayana con gente de Guayana, lo cual empieza a cambiar en los 90 con la creación en la UNEG del centro de investigaciones antropológicas y el centro de investigaciones ecológicas, y en la UNEXPO y Fundacite Guayana. A partir del 2000 ven la luz cuatro programas de postgrado relacionados con las ciencias ambientales, y a partir del 2002 el Estado reconoció la importancia de la investigación científica, remunerando con sueldos propicios, y entregando recursos significativos al investigador, además de que en el marco de una Constitución indigenista y participativa se oficializaba una plataforma jurídica ideal para trabajar con las comunidades. La UNEG entonces podía pensar en un desarrollo endógeno posible con el trabajo local con las comunidades. Hasta ese punto la investigación estuvo andando con fuerza y resultados constantes y prácticos. ¿Cuándo llega el punto de inflexión? A partir de 2005 la cosa empieza a cambiar, y empezamos a sufrir una total desinversión que afectó el avance de numerosos proyectos con las comunidades, a las universidades se les eliminó casi el 100% de presupuesto para investigación, por ejemplo, yo pasé de tener en 2003 proyectos por 250 mil bolívares a cero en 2006, y todo ese trabajo de formación, adecuación y preparación de consejo comunales hacia el desarrollo endógeno fue quedando en el limbo, el Estado dejó de apoyarles, y al parecer hubo un cambio de paradigma donde ya nadie habló más de desarrollo endógeno. ¿Se dejó de hablar de desarrollo endógeno o se desvirtuó su fin? La idea del desarrollo endógeno de las comunidades es por demás valioso, se trata de explotar las fortalezas de la gente y su entorno, si naciste en una comunidad pesquera o agrícola, la idea es que su gente se prepare para hacer la vida más próspera dentro de su contexto, y nosotros como científicos tenemos la misión de llevarles la mejor metodología, el aspecto técnico para mejorar el rendimiento en el uso de la tierra o agua, qué necesidad tiene un muchacho agricultor de irse a estudiar derecho y abandonar la comunidad para siempre si tiene potencial enorme además de la transmisión oral del conocimiento para ser un agricultor exitoso y contribuir con el desarrollo de su comunidad. Sin embargo el concepto se fue sesgando hacia lo urbano y hacia problemas que debe resolver el Estado en sus distintos niveles, una escuela, el asfaltado, el tendido eléctrico, entre otras cosas. ¿Las Galderas y su electrificación sería un ejemplo de ese fenómeno? Definitivamente, ahí viven familias en pequeños caseríos de 30 casas máximo, y el gran logro de esos consejos comunales fue conseguir el presupuesto para la electrificación. Nosotros hasta llevamos científicos de Coro e hicimos un proyecto para instalar el sistema de energía solar, pues es inviable pensar en instalar líneas de trasmisión de alto impacto para el ambiente y de generación de costos para el Estado para tan pocas familias, sin embargo por una diferencia de 200mil bolívares el Estado prefirió levantar las líneas de transmisión y por su puesto privilegiar a las empresas contratistas encargadas de colocarlas ahí. ¿Continúa la desinversión en ciencia y tecnología? Del 2010 para acá el Estado ha venido reinvirtiendo, pero con algunas condiciones que no facilitan el financiamiento para todos. La misma LOCTI, que es una gran iniciativa, clave para el investigador, fue desviando su curso y se usa para financiar infraestructura para docencia, para financiar foros o cursos del exterior, cuando debe ser para incentivar la investigación, para laboratorios, para experimentos. ¿Con comunidades todo, sin comunidades nada? Al parecer desde el Ministerio se viene entendiendo que la ciencia que no toma en cuenta las comunidades no es útil, y si bien es cierto que la comunidad es fundamental y que de hecho trabajamos con y para ellas, hay un grupo de investigaciones de las ciencias duras que no tienen que trabajar con las comunidades, y entonces vemos a un químico preguntándole a la gente si cree que el boro es importante para poder conseguir financiamiento, todo el mundo haciendo encuesta. Entonces te digo que en el área de ciencias duras es más difícil investigar, en el área de ciencias sociales la cosa es diferente. ¿Y el Estado y sus buenas ideas? El estado comunal, la nueva ordenación del territorio, son ideas fabulosas de Chávez, pero de la mesa a la praxis no se entiende, una comunidad Pemón y su territorio requieren leyes distintas que las aplicables a los Piaroa y las condiciones de su territorio, a sus costumbres y uso de la tierra y agua, ahí cobraba más fuerza y sentido la nueva ordenación del territorio, pero entre otras cosas, cuando colocas a un militar a tomar decisiones de algo que no conoce los resultados no pueden ser los mejores, es imposible pensar el desarrollo sin la interdisciplinariedad, se trata de hacerse de la ciencia en toda sus extensión y vertiente para tomar las mejores decisiones.
¿Cuál es el saldo de la gestión ambiental de Guayana? Negativa. Hay que hacer algo pronto, porque imagínate la destrucción que se prevé con las 500 mil personas que vienen para la faja, los inevitables desastres ecológicos que trae consigo el desarrollo petrolero, la explotación de los diversos recursos de la Guayana a través de las empresas chinas, solo hay que tomar de ejemplo la gestión ambiental en Las Tres Gargantas. No tenemos un sistema de monitoreo en calidad de recursos hídricos, nos queremos salir de todos los entes internacionales de regulación ambiental porque no queremos presentar cuentas. Yo tengo que decir las cosas, estoy de acuerdo con el plan nacional de reforestación por ejemplo, y lo apoyo, pero abramos un debate nacional, las cosas hay que decirlas. No me importa la política, solo trabajo por la mejor gestión ambiental.
¿Y nuestros ríos y humedales? Aquí todos los ríos descargan sin tratamiento a los ríos Caroní, Orinoco y Caura, no tenemos planta de tratamiento, todas las aguas negras caen directas al embalse, ni siquiera aguas abajo. El margen derecho del Orinoco presenta coliformes por encima del promedio de todas las ciudades, los fecales y los totales por encima de la norma, todos. El tema de la minería ha afectado a todos los ríos de la Orinoquia guayanesa, por naturaleza son de baja sedimentación, eso ha cambiado, nuestros antiguos ríos prístinos han venido desapareciendo. No quisimos apoyar la propuesta de parque nacional por no afectar a las comunidades indígenas, y la apertura agrícola de la Paragua hizo un corredor que los mineros penetraron. ¿Cuál es la razón principal de esa no gestión? La falta de continuidad. Cuando me cambias los funcionarios con alta frecuencia el nuevo funcionario no tiene norte y a veces hasta borrón y cuenta nueva. La gente vieja de Edelca se está jubilando, y la gente que formamos aquí no entra a formar parte de la nueva institucionalidad. Fíjate, en el 2006 se promulgó la Ley de Aguas, estamos a 2013 y todavía no tenemos el Fondo Administrativo de Recursos de la Cuenca del Río Caroní, porque todo se quiere hacer en Caracas, y si se hace aquí se partidiza.

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