lunes, 8 de septiembre de 2008

“La educación es un proyecto social no un negocio”





Advierte Luís Acuña, titular del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, quien le permitió al Diario de Guayana conocer parte de su análisis

En otro intento del Diario de Guayana por llevarles con detalles las distintas corrientes y pensamientos de la realidad nacional, entramos al despacho del Ministro del MPPS, Luís Acuña, actor fundamental en el desarrollo de la política educativa nacional, y en un notable intento de dibujar con sinceridad la realidad de la educación venezolana, reconoce las fallas, admite críticas, y señala el camino del compromiso asumido por adaptarla a los nuevos escenarios. Cifras ofrecidas por el departamento estadístico del CNU y SINES reflejan que en los últimos 9 años de la actual gestión se ha incrementado en 193% los nuevos inscritos a la educación superior, en 320% la matrícula estudiantil, en 143% el número de egresados, en 432% el número de becas otorgadas, en 578% los beneficiados por Fundayacucho, entre otras cosas, pero dónde están las fallas estructurales y los retos por vencer, veámoslo.

¿Cómo entiende hoy el proceso educativo venezolano?

El aporte del presidente Chávez a la educación ha permitido avanzar enormemente en materia de infraestructura, cobertura e inclusión. Se ha establecido tanto en la escolaridad normal como en las misiones, que fueron planteamientos de emergencia, que todos los venezolanos tengan la oportunidad de ingresar a la educación en todos sus niveles.

¿Y la educación superior?

Mira, hemos venido trabajando por un proyecto nuevo en esa materia, uno que permita articular en red a las instituciones de educación superior.

¿Públicas y privadas?
Hemos permitido que las universidades privadas se sigan sosteniendo, además de hacer las revisiones para que los estudiantes de dichas instituciones sientan que el efecto supervisor del Estado se manifiesta. Pero en materia de educación pública, el proyecto Alma Mater es nuestra bandera para ampliar la cobertura.

¿Se puede hablar de éxito en la Misión Sucre?

Si, cómo no, y hemos venido corrigiendo algunas de sus deficiencias porque cuando arrancó esa misión lo hizo con algunas debilidades, de hecho, algunas aún persisten, pero estamos trabajando en ellas.

¿Cuáles han sido los obstáculos más fuertes de Alma Mater?

Ahora mismo estamos tratando de materializarlo, apenas estamos dando los primeros pasos en esa materia que surge de una propuesta del MPPES, y ya hemos logrado tener incidencia en la incorporación de estudiantes en algunas universidades que antes nunca dieron oportunidades de admisión. Andamos en el camino de establecer un mecanismo que permita la mayor incorporación de estudiantes de liceos públicos. Hoy estamos asignando a las universidades ese grupo de estudiantes, y los quiero ver inscritos en la universidad para poder decir que efectivamente hubo un resultado, la sola adjudicación nuestra no es garantía, nunca lo ha sido, en ese sentido mantenemos presión ante el sistema para que el Estado venezolano, que financia la educación en las universidades públicas, tenga las posibilidades de decirle a los bachilleres, usted puede ingresar a esa universidad que este Estado financia.

El Estado plantea el camino hacia una Venezuela de valores socialistas, ¿cómo el Ministerio canaliza la reestructuración de los currículos hacia ese fin?
Las universidades venezolanas cuentan con total libertad de cátedra, la autonomía la tienen para planificar en torno a las necesidades de la nación. Nosotros hemos tratado de impulsar, dentro de esa autonomía, que esa planificación sea consistente con el país que tenemos, de que la calidad del profesional que se prepara en las universidades sea pertinente al país que tenemos, y que los currículos se adapten a nuestra realidad social.

¿Pero concretamente cómo lo impulsa el MPPES?
Los valores no son cosas que se hacen, y menos de la noche a la mañana, ese tema de formar un individuo cooperante, sensible a su realidad, debe ser producto de lo que se le inculta en el proceso educativo, nosotros pulsamos en todo momento porque así sea, y aspiramos, porque creemos que eso se entiende, a que se articulen hacia la realidad nacional, pero no podemos imponerlo.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del sistema de educación superior de hoy?
La fortaleza está en el deseo del pueblo de formarse, tenemos un contingente inmenso de ciudadanos que quiere estudiar. La debilidad está en que nuestra planta profesoral e infraestructura en este momento es pequeña para el número de estudiantes que está impactando al sistema, en ese sentido, estamos trabajando para aumentar nuestra capacidad de respuesta.

¿Siente que el mundo universitario está dado a construir un proceso de cambio, independientemente de la nomenclatura que se le quiera dar?

La verdad es que no. Entendemos que aún hay una visión un tanto conservadora y no logran incorporarse al proceso de cambio que vive el país.

¿Cómo ataca el MPPES el fenómeno de las instituciones que hacen una inversión muy pequeña para generar ganancias superlativas, descuidando la calidad de la educación?
Cualquier oferta educativa que no tenga como visión invertir para formar un buen ciudadano y profesional, recibirá del parte de Ministerio no sólo la crítica, sino también las sanciones que corresponda hacer, porque la educación no debe entenderse como un negocio para el lucro, quien invierta en educación invierte en un proyecto social. Quienes aspiren lucrarse del servicio educativo serán combatidos. Entonces, cualquier planteamiento de esa naturaleza debe ser denunciado ante el Ministerio para nosotros tomar cartas en el asunto.

¿Y cuál es el análisis en ese sentido, están cumpliendo las universidades privadas con su parte?

Hemos determinado que algunas instituciones privadas brindan un buen servicio, como hay un grupo que hacen un pésimo servicio educativo. Ya hemos tomado medidas de limpieza, tanto en instituciones públicas como privadas. No tenemos nada en contra de la educación privada porque es una actividad que está prevista incluso en la constitución de la República, no somos enemigos de esa actividad, pero donde haya una educación pública o privada deficiente ahí actuaremos.

¿Pero tiene un balance real de esa situación?
No. Tenemos procedimientos sobre algunas instituciones que creemos que no lo están haciendo bien, han sido denunciadas en la fiscalía, y ese organismo es a quien le corresponde tomar las medidas judiciales del caso. Hemos suspendido directivos, todo eso está en curso, por eso digo, si hay alguna denuncia, bienvenida será.

En cuanto a la institucionalidad, ¿está funcionado el Ministerio, o la carga burocrática sigue siendo enorme?
Este Ministerio es parte de la administración pública venezolana, y nosotros sabemos que esa administración no es precisamente un dechado de virtudes en cuanto a lo que burocratismo significa. Mal pudiera decir que este Ministerio es una tasita de oro, sin embargo creo que hemos hecho los esfuerzos por mejorar y tratar de darle respuesta, no sólo a los ciudadanos en cuanto a su necesidad educativa, sino darle respuesta a quienes de alguna manera dependen de este Ministerio.

Comparativamente con otras realidades educativas, ¿cuál es la situación real del docente venezolano, está bien retribuido?
No. Creo que pudiéramos compensar a los docentes con mejores sueldos, una de las causantes de hecho de la fuga de cerebro, es que hay quien les paga mejor. No creo que están muy mal pagados, pero pudieran estarlo mejor. En ese sentido creo que cualquier iniciativa que se tenga, y este Ministerio las ha tenido, por mejorar las condiciones socioeconómicas de todos los empleados del sistema universitario son importantes.

Desde lo que se está haciendo desde el ministerio, ¿qué conclusiones saca?
La educación en Venezuela es el producto de lo que se ha venido construyendo desde hace muchísimo tiempo, la inversión que se hizo antes de la llegada del presidente Chávez fue poca, su infraestructura se deterioró, se generaron deudas billonarias con sus trabajadores, se produjo una exclusión casi selectiva que dio origen a que sectores sociales no tuvieran acceso a la educación superior. Ahora, aunque no los hemos resuelto todo, porque la deuda es demasiado grande, a los profesores se le debe mucho en materia de intereses de prestaciones sociales, estamos por el orden de 5.5 millardos de bolívares fuertes, el Gobierno ha pagado cualquier cantidad pero todavía quedan deudas. En Infraestructura hemos hecho esfuerzos por mejorarla, no lo hemos resuelto del todo, pero lo importante es que estamos avanzando, quizás no a la velocidad que el país lo necesita, por todo el lastre que heredamos, pero estamos en ese camino.

¿Y para Guayana que se visualiza desde aquí?
Allá en Ciudad Guri estamos construyendo la Escuela Latinoamericana de Medicina, se han adelantado varias aldeas universitarias de Misión Sucre. Se han adquirido edificaciones para apoyar el Instituto Universitario de Tecnología de Bolívar, y se le ha dado apoyo permanente a la UNEG, la UNER, y al resto de instituciones. Se está haciendo un esfuerzo importante en Guayana, de hecho, está previsto una universidad Alma Mater en su segunda etapa.

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