martes, 2 de septiembre de 2008

“Mentimos y debemos pedir perdón” (y III)


La contienda debe ser por levantar juntos el cinturón del periodismo ético


Dice el presidente del CNP, William Echeverría, y desde ahí, parece dar señales de vida el orbe periodístico venezolano, que incorpora nuevos actores, el MPN es uno de ellos

“Trataré en la medida de lo posible de equilibrar mi reportaje dándole a cada una de las partes la oportunidad de dar su reacción. Tendré cuidado de que mis intereses personales no salgan a relucir en la nota (…)”, escribiría el periodista nigeriano Ethel Obiakor, y así muchos reporteros, sin embargo, ese camino pasa sobre un colosal campo minado, Venezuela no es la excepción. Tratamos de mostrar en las dos primeras entregas de este reportaje la estructura del periodismo venezolano, la manera cómo se equilibran las fuerzas, hoy finalizaremos mostrando otros elementos no menos importantes.

¿INDEPENDENCIA?
El director del Servicio Mundial de la BBC, Nigel Chapman, dijo alguna vez que todo lo que se hace en esa organización “debe acrecentar nuestra reputación de imparcialidad, responsabilidad, precisión, transparencia e independencia. De hecho, me atrevería a decir que toda organización periodística internacional debería guiarse por esos mismos valores”, y es que independientemente de todo lo que ha representado esa institución en la historia de la comunicación, para bien o para mal, al menos maneja la teoría de la mejor forma. Son cinco elementos de donde parte, la independencia es primordial. En el caso venezolano, el diario Últimas Noticias es el impreso de circulación nacional que pudiera estar usando esa fórmula con mayor frecuencia. “El problema más grande del periodismo en Venezuela es el ético, porque el principio de buscar, procesar y difundir la verdad ha sido opacado por las presiones de los dueños de medios, quienes han desplazado el rol de los partidos políticos”, expresa Eleazar Díaz Rangel, quien dibuja la experiencia del medio al cual representa señalando que “aquí la clave ha sido poder hacer periodismo sin la injerencia de sus propietarios, lo que ha permitido el equilibrio, y eso a sido premiado con el incremento de la lectoría, la norma está en que no haya ningún hecho importante que no registremos, y ofrecer espacio por igual a los sectores enfrentados, y todo ese esfuerzo es estimulado por los propietarios de la Cadena Capriles”.

BOXEO DEL MALO

Ahora bien, cual exhibición pugilística, esas presiones de las que habla Díaz Rangel son fraguadas desde dos corrientes. Los dueños de medios privados detrás de la esquina azul, y los regentes de los medios del Estado o los financiados por el mismo, detrás de la esquina roja. El la teoría el réferi es el CNP, quien de hecho, debe velar según la vigente LEP por “el cumplimiento de esta Ley y su Reglamento, del Código de Ética del Periodista Venezolano (…) Salvaguardar la libertad de expresión, el derecho de información y el derecho a la información (…) Contribuir al fortalecimiento, ampliación y profundización de la democracia”, tristemente, ese réferi se durmió en pleno cuadrilátero por más de una década, hoy parece espabilarse, pero quizás ya sea tarde, “yo no tengo ninguna confianza en que estas directivas del CNP puedan asumir esa responsabilidad”, agrega Díaz Rangel. Y al final, como siempre el público es el pueblo, el que compra el periódico todas las mañanas, que ha estado viendo la pelea como por obligación, aburrido esperando algo legitimo del espectáculo, honor y franqueza en los contendientes, una emoción auténtica, no como la del episodio de abril de 2002, cuando vio un knockdown, el de la esquina roja cayó a la lona, ocasionado por un golpe no reglamentario, del cual aún se está esperando alguna observación del réferi.

LA HIPÓTECA POLÍTICA

“Somos un amplio grupo de periodistas y comunicadores revolucionarios, que respetando a aquellos que tienen otra opinión, los invitamos a sumar esfuerzos en este debate por la verdadera transformación del gremio. Nuestra propuesta va dirigida a rescatar el verdadero ejercicio del periodismo y sepultar esa profesión manipulada por los empresarios de los medios que hemos padecido hasta ahora. Asumimos como obligación trazar el camino que nos conduzca a un periodismo ético, donde la verdad no tenga precio. Pensamos que es imprescindible generar una discusión a fondo, participativa y abierta, donde no sólo intervengan los profesionales del periodismo y los comunicadores en general, sino la comunidad a la cual servimos”, así se leía de un manifiesto del MPN.
“Excelente el mensaje, mejor imposible, me sumo porque es hora de rehacer ese periodismo, pero, aunque el periodista debe ser revolucionario por naturaleza, ¿revolucionarios como quién o hacia qué?, ¿revolucionario como Gandhi o revolucionario con hummer?, ¿revolucionario crítico para crear o para omitir y dañar?”, pensaría y se preguntaría así, algún periodista interesado en la iniciativa del MPN, uno preocupado por revertir los vicios del periodismo, pero de parte y parte. Entonces como el liado príncipe Hamlet, ese periodista estaría en medio de todo un dilema.
El MPN tiene el tiempo a su favor, el que quiso participó y escuchó, no ha sentenciado jerarquías o liderazgos, sólo apostaron por una iniciativa en Caracas sin imponer ánimos al interior del país, pero aún así se percibe casi axiomáticamente una inclinación hacia la esquina roja. “Ese es uno de los grandes problemas que tenemos, porque hoy en día vivimos en un universo de etiquetas, si no estás conmigo estás contra mi, es un gran drama, y aunque no tengo la respuesta de cómo superar eso, hemos hecho los esfuerzos, hicimos énfasis en todas las reuniones para evitar jerarquías o imposiciones, de manera que sea un movimiento abierto a todos, Elena Salcedo y Cristina González están porque tienen un pasado de dirigentes gremiales importante, pero están aquí sólo en su condición de periodistas”, nos comentaba la periodista Mariadela Linares.

¿OTRO LADRILLO EN EL MURO?

Eran las 8am cuando llegué a la sala de redacción para terminar esta nota, tres hombres empezaban a derrumbar un largo paredón a martillazo limpio, a las 12 la pared ya no existía. Fácil es destruir, pero crear es otra cosa. Las recién electas directivas del CNP, en cierto modo, tomaron las riendas del asunto e hicieron un acto de constricción, llaman a la inclusión y la participación de todo el gremio, activaron un censo para conocer la realidad del agremiado, y concentran las discusiones en la urgida previsión social, y en la actualización profesional. Si el llamado es sincero y oportuno, si existe representatividad, si la respuesta es recíproca, no lo sabemos, pero los esfuerzos que se encaminan se aplauden, pero no es suficiente, sería sólo otro ladrillo en el muro, dirían algunos revolucionarios de la música. Hay que tumbar ese muro y construir de nuevo las estructuras de nuestro periodismo. Esos valiosos esfuerzos sólo serían caricias periféricas, la cura de la medula está en discutir la necesidad de reforma de la LEP, así como los temas éticos, de la comunicación alternativa, del acceso a la información pública, del periodismo de investigación, de la dirección de los medios por periodistas o de la preparación universitaria. Y como dijera el periodista Ryszard Kapuscinski, “para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”, si al menos intentamos comprender eso, podremos decir que ya no estamos al lado del camino.
Francisco Rivero, notable filósofo y profesor universitario

LA CENSURA SI EXISTE

De una entrevista que me permitió el filósofo Francisco Rivero, y que pronto podrá disfrutar en su Diario de Guayana, innumerables son las valiosas reflexiones, pero adelantaré parte de su concepción sobre la realidad comunicacional del país. “¿Qué si he sido censurado? Mira, yo fui invitado por mucho tiempo a los programas de opinión de canal 2, 4, 10, incluso a Globovisión. Pero iba y decía lo que me parecía, justo como hago ahora en Tal Cual y en VTV. Un día Mingo me invitó de nuevo, esta vez a una emisora en el CCCT, y ahí, entre todo lo que dije, expresé que no podía ser que la oposición dependa como si fuera la Biblia o la verdad descendida de los cielos, de las pistoladas que dice Alberto Federico Ravell o Guillermo Zuloaga, semejante sandez era caer ya en el fin de un grupo social, porque, dónde está el contenido moral, intelectual, espiritual e histórico, dónde está el pensamiento de estos tipos, no existe, son meros operadores del quítate tú pa ponerme yo. Salí de la emisora a las 9am, a las 10 me llama Mingo nervioso, me cuenta que había llegado Ravell allá y desenfrenado le formó un zaperoco a la dirección y a todo el mundo, ya pasaron 2 años, desde ese día nunca más me han invitado ni al 10, 2 o 4, a ningún canal privado, cual dueño y señor de todos los medios diría, a ese tipo me lo sacan y ya”, esta es sólo una cara de la moneda de esa pregunta que nos hacemos todos: ¿Será que una sola persona decide qué tenemos y qué no tenemos que ver?

1 comentario:

Julio-Debate Popular dijo...

En Argentina a raíz de este tema se ha lanzado un nueva ley de medios que fue polemica justamente por los dueños de los medios que son muy poderosos y especialmente algunos que han formado monopolios que son tan poderosos que marcan la agenda informativa según convenga a sus intereses y no a los intereses de la gente. Igualmente había problemas también por el miedo que generaba la pauta oficial y el manejo del estado con los medios.