martes, 16 de septiembre de 2008

“Soy un hombre de izquierda moderna”


Dice decididamente el candidato a la alcaldía de Caroní, Raúl Yusef, quien asegura que es tiempo de olvidar las peleas, es hora de incluir a todos, capitalistas y socialistas

¿Por qué votar por Raúl Yusef?
Porque nací y me desarrollé con la ciudad, fui un luchador estudiantil y soy un luchador social, me he probado en proyectos de la gerencia privada, yo muestro resultados, lo deportivo es un buen ejemplo, ahí está Mineros de Guayana, lo llevamos en dos años a la Copa Libertadores y a la Sudamericana. Ahí está el baloncesto profesional, luego de 25 años de espera, ahora vamos por el béisbol. He sido un amante de Guayana, la vivo y siento que hemos perdido mucho tiempo por falta de decisiones oportunas y de coordinación de esfuerzos entre el gobierno y la empresa privada. Entonces puedo decir que soy un gerente comprobado, con experiencia y gran amor por la ciudad.

Dos en una, ¿por qué siente que ahora si, qué pasó en anteriores elecciones?
Ahora si porque la gente ha podido evaluar mi actuación en el tiempo, quizás cuando hice los intentos anteriores todavía estaba en una etapa de formación. Luego aparecieron los portaviones, primero el efecto aluvional de la Causa R, y después el efecto Chávez, que fue todavía más aluvional. Hoy por primera vez vamos a medirnos cara a cara a los candidatos y a pesar del liderazgo de Chávez, en muchos sectores ya es menor el nivel de influencia que puede tener para imponer sus candidatos, ya el pueblo comprobó que esos hombres que puso Chávez en la gerencia pública de Ciudad Guayana fracasaron.

Partiendo de allí, ¿de qué lado está, es de izquierda, centro, derecha, ultraderecha?
Soy un hombre de izquierda moderna, socialdemócrata, y pienso que el socialismo y el capitalismo pueden convivir, como está ocurriendo en la Unión Europea, eso me da razón para defender mi postura, la cual no es nueva, siempre fui militante de un partido socialdemócrata. Ahora soy independiente porque no tengo militancia partidista, lo que no significa que no crea en los partidos, pero esto me ha permitido abrirle los brazos a muchas organizaciones políticas que me apoyan, incluso un amplio sector de la población que se identifican con Chávez, ven en mi una opción comprometida con la ciudad.

¿Qué le dice a esa gente que cree en Chávez pero no en sus candidatos, que aún así votan por ellos por pensar que un voto a la oposición es un voto al pasado, al beneficio de los tradicionales grupos económicos?

Les digo que no tengan miedo conmigo, nuestra gestión será de inclusión, borraremos esa impresión sesgada de que el rojo rojito no puede darle cabida al azulito o al amarillito, creo que es necesario un gobierno multicolor, donde prime la condición de venezolano, donde el patrimonio y la empresa pública no estén al servicio de una persona.

¿Entonces le asegura a esa gente que no está comprometido con ningún sector económico o político?
Mi condición de independencia económica y política me permite decir que no seré secuestrado por grupos económicos, ni parcialidades políticas. Mi único compromiso es con la ciudad, con la gente. La experiencia nos dice que muchos que han pasado por esas posiciones han llegado hipotecados, por lo que es poco lo que pueden hacer por la ciudad. Yo no.

Existe un fenómeno. El gobernante que pasa más de dos años haciendo enroques, moviendo muebles u oficinas enteras. Cuando se da cuenta, le queda poco más de un año para trabajar, y lo toma para hacer campaña a la reelección.
No llegaré ni haciendo diagnósticos, ni un roster gerencial, haré una gestión proyectada a mediano y largo plazo. Hay un vicio consuetudinario en los gobernantes de querer repensar y hacer la ciudad cada 5 años, y la verdad es que la ciudad hay que hacerla todos los días y a largo plazo. Queremos plantear un plan maestro que nos de una política de transporte, de seguridad económica y social para los próximos 50 años. En ese proyecto vamos a incluir la planificación policial, deportiva, el catastro satelital, definir la capacidad tributaria de los ciudadanos, un censo de la ciudad, replantear el crecimiento y señalización en la ciudad.

Ya hay un grupo de profesionales que tiene años trabajando en eso, la gente del PEDUL, ¿lo conoce, cree que debe dársele continuidad?

Claro que si, los conozco, de hecho, hay que sacarlos del anonimato y darle un abrazo desde la sociedad guayanesa. Esa podría ser una plataforma para el plan maestro que se requiere para la ciudad, como ocurre en las sociedades y ciudades modernas del mundo, donde hay proyectos innegociables porque forman parte de planes a largo plazo y nadie puede paralizarlos.

Hablando de inclusión, ¿cómo haría fluir la iniciativa del sector privado y de todo sector que tenga medios de producción hacia el compromiso social?
El guayanés ha demostrado que tiene sensibilidad social, siempre y cuando se les convoque con respeto, los gobiernos recientes no han hecho esa convocatoria, y han sido espasmódicos los intentos de incorporar la fuerza productiva en obras sociales importantes. Le daremos mayor impulso a esa iniciativa para que la empresa privada junto con el capital público, teniendo seguridad jurídica efectiva, se incorpore al desarrollo de proyectos de servicio público. No creo que el Estado por si solo pueda llevar adelante algunas empresas, no es que sea un privatizador, sino que creo que la empresa privada pueda llevar adelante algunos centros médicos, escuelas y sectores donde el gobierno ha fracasado.

¿Qué hay del aseo urbano, está de acuerdo con un instituto autónomo que maneje esa materia?

Mis tres propuestas serían, clausurar Cambalache y crear un nuevo relleno, instalar una planta de procesamiento u hornos crematorios, e invertir en la cultura ciudadana, el ciudadano debe contribuir en la solución, separando la basura por ejemplo. No soy enemigo de las cooperativas, pero sin lugar a dudas hay que organizarlas mejor y mejorar sus unidades e instalaciones.

En cuanto al poder comunal y parroquial, ¿cómo los interpreta?

No pueden seguir siendo porrones chinos, tienen que ser actores fundamentales en el control de la gestión pública. La experiencia hasta ahora no ha sido la mejor, quizás por la falta de capacitación en el manejo del dinero, pero con mi planteamiento de los Centros de Información y Acción Parroquial, se puede hacer un trabajo de equipo para darle mejor orientación a los recursos. Y es que debe funcionar en cada parroquia un componente policial, registro civil, taquilla de pago de todos los servicios, cuadrillas de mantenimiento permanente, oficina de ingeniería municipal, catastro y permisología para construcción, además de asesoría y justicia de paz, todo en orden de facilitarle la vida a la gente.

¿Cree que con el presupuesto ordinario y extraordinario de Caroní se pueden solucionar a mediano plazo los problemas claves del municipio?
Creo que la ciudad debe empezar a darse respuesta ella misma. El alcalde debe resolver los problemas más puntuales, pero en función de lo que el ciudadano pueda aportar, de allí la importancia de la recaudación de impuestos, no del aumento, sino del que pueda pagar, pague, para tener un buen sistema de servicios públicos y mejor calidad de vida. Además de los recursos ordinarios y extraordinarios, creemos en los foráneos, alianzas internacionales, asesorías, transferencia de tecnología, todo eso debemos materializarlo.

¿Entonces dónde estaría el secreto gerencial para sacar a Caroní del caos?
En concebir una visión de ciudad, avalada por todos, quién venga tiene que continuar eso, así evitamos improvisación y la dispersión de esfuerzos.

Hablemos de San Félix y su gente, ¿qué hay para ellos?
Deben tener confianza, yo nací y vivo ahí, cuando se les va la luz a mí también se me va, vivo esos problemas con intensidad. Vamos con todos los hierros a recuperar a San Félix, aunque ya Puerto Ordaz también está sufriendo el rigor del deterioro. Pretendo demoler el mercado de San Félix, y haremos el mercado metropolitano en las adyacencias del de mayoristas, rescataremos el Malecón en un proyecto en manos de todos. Yo me he imaginado en San Félix un Orinokia, un McDonald.

¿Y un teatro municipal o una biblioteca pública importante?
También, en las inmediaciones de La Ceiba un gran centro de convenciones con un teatro municipal, me he imaginado canchas con grama artificial, canchas techadas en las barriadas monitoreadas por la misma gente.

El gasto en vallas, ¿lo justifica?

De ninguna manera, por lo general se hace mucho ruido cuando la gestión tiene poco que ofrecer, pero no hay mejor publicidad que radio bemba, la gente hablando bien de la obra.

¿Hay un compromiso en no gastar tanto en vallas?

Si. Creo en una inversión muy modesta para anunciar las obras, los costos y los técnicos que participaron ahí, para que la gente sepa quién le montó la obra.

¿Cree en el 90-0 que ofrece Rojas Suárez?
Si, creo que él dio un gran salto con el 171, que ahora se ha deteriorado un poco, pero debemos llevarlo a las parroquias junto con los CIAP que yo propongo. Además vamos a integrar en acción las dos policías, es hora de que exista coordinación, mejorando primero la calidad de vida del policía.

¿Qué le rescata a la gestión de Scotto?
Él encontró mucho desorden, ha tratado de organizar las cosas, respeto sus puntos de vistas, pero creo que cometió dos graves errores, algunas personas en su equipo no dieron la talla, y la falta de coordinación con el Gobierno regional, claro que esto también es culpa del gobernador.

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